
Un joven colombiano consulta su teléfono móvil a la salida de la iglesia.
A pesar de las políticas en curso que pretenden convertir Pueblo Nuevo en un vivero empresarial, este barrio, antaño industrial, sigue teniendo el aspecto extraño de un territorio despoblado agujereado por solares en apariencia olvidados y que ahora ocupan familias sin hogar que subsisten de la mendicidad o de la recuperación de chatarra.
En un proceso lento, pero constante, las viejas edificaciones son derribadas en pos de un nuevo tejido urbano de universidades, instituciones culturales, hoteles, comercios y viviendas residenciales con amplias zonas ajardinadas.
Y entre lo nuevo y lo viejo, entre solares yermos, en una antigua nave industrial que tiene la forma de casa habitual en un dibujo infantil, encontramos un espacio para la revelación de Dios. El gran rótulo de la fachada dice: IGLESIA PENTECOSTAL UNIDA Nº REG. 2965. Vestidos para la solemne ocasión, las familias se reunen para celebrar entre cánticos la singularidd de su fe, forzados a las transformaciones que sufre día a día el espacio inmediato exterior.
Hará falta un milagro para que esta singular coyuntura resista el torbellino del tiempo, lo nuevo y la razón.
Pentecostalismo unicitario. Comenzó en 1913, en un campamento a partir del cual se comenzó a cuestionar la doctrina de la Santísima Trinidad y se empezó a desarrollar la doctrina del unitarismo. A partir de aquí, un grupo de iglesias independientes comenzaron a practicar la nueva doctrina del bautismo en agua en el nombre de Jesús, y en 1914 se reunieron en Hot Springs, Arkansas, para fundar lo que luego se llamarían las Asambleas de Dios. En 1916, un grupo de pastores más fundamentalistas se alejaron de las Asambleas de Dios y crearon la Iglesia Pentecostal Unida, a la que seguirían más tarde numerosas otras nuevas organizaciones. (Wikipedia)